Gaviones en ingeniería civil: qué son, cómo se instalan y su evolución geoflexible

Si trabajas en construcción o ingeniería civil, seguro alguna vez escuchaste hablar sobre los gaviones. Se trata de estructuras de piedra contenidas en mallas metálicas o redes de materiales sintéticos de alta resistencia que, generalmente las encuentras a los costados de rutas, ríos o taludes.

Aunque en principio solo se ven como piedras apiladas, lo cierto es que hay mucha ingeniería detrás. Cuando estos materiales rocosos se juntan, se forma una estructura resistente, flexible y capaz de drenar agua. Gracias a esto, los gaviones son ideales para frenar la erosión, estabilizar suelos y soportar cargas. Y lo mejor: ¡son más económicos y rápidos de instalar en comparación con los muros de concreto!

¿Para qué sirven los gaviones? ¡Son más útiles de lo que crees!

Los gaviones tienen muchos usos. Aquí te mencionamos los más comunes:

  • Muros de contención: Se apilan para armar muros que sostienen taludes en rutas o vías de tren. El peso propio del gavión ayuda a contener la presión del suelo.
  • Control de erosión: En riberas de ríos, costas o canales, los gaviones frenan la fuerza del agua y evitan que se desgasten las orillas. Incluso pueden usarse en laderas como protección contra la erosión por lluvias.
  • Protección de puentes: Rodean pilares de puentes o espigones para evitar que las corrientes socaven las bases. También se localizan en presas y vertederos como disipadores de la energía del agua.
  • Estabilización en minería y rutas: Refuerzan estribos, rellenan pedraplenes y estabilizan terraplenes en zonas complicadas.
  • Obras marítimas: En costas, diques y rompeolas, los gaviones funcionan como barrera contra las olas. Su permeabilidad es clave para reducir el impacto del oleaje.

Lo interesante es que, además de ser funcionales, los gaviones son más amigables con el medio ambiente. ¿Por qué? Porque al usar piedra natural, se integran al paisaje y con el tiempo permiten que crezca vegetación entre sus huecos.

Así se instalan los gaviones tradicionales

Aunque armar gaviones parece simple, hay técnica detrás. Te explicamos brevemente cómo es el proceso en obra:

  1. Preparación del terreno: Primero se limpia y nivela bien la base. Muchas veces se coloca un geotextil debajo para que el suelo fino no se mezcle con las piedras.
  2. Armado de las cajas: Los gaviones llegan plegados, como paquetes planos. En obra se abren y se ensamblan. La malla usualmente es de acero galvanizado de doble torsión.
  3. Colocación en el sitio: Se ubican las cajas donde van a trabajar. Cuando son varias, se atan entre sí para formar una especie de bloque continuo. En muros altos, se arman escalonados hacia atrás para ganar estabilidad.
  4. Relleno con piedras: Las piedras (de tamaño entre 10 y 30 cm) se colocan a mano o con maquinaria, cuidando que queden bien distribuidas y sin huecos grandes. A veces, en la cara visible del muro, los operarios acomodan las piedras a mano para que el frente quede prolijo.
  5. Cierre y ajuste: Una vez lleno, se cierra la tapa de la caja y se asegura bien con alambre o grapas. Es clave que quede bien apretado, porque de eso depende que no se desarmen con el tiempo.

La evolución: gaviones geoflexibles, una solución moderna y duradera

Existe una novedad que está cambiando el proceso en muchas obras: los gaviones geoflexibles. A diferencia de los tradicionales (hechos de acero), estos usan redes de materiales sintéticos de alta resistencia. ¿Qué ganamos con eso? Pues tres principales ventajas:

  • ¡No se oxidan!, ni siquiera en ambientes marinos o ríos con corrientes agua agresiva.
  • Son livianos, fáciles de transportar y mucho más manejables bajo el agua. Incluso se pueden instalar en caudales activos.
  • Tienen diseños optimizados para soportar cargas sin romperse.

El gavión geoflexible (también conocido como AquaRockBag) viene dando de qué hablar, que ya se está usando en Perú para proteger riberas, taludes y obras hidráulicas. Combina la lógica del gavión clásico con materiales de última generación, logrando una solución resistente, sostenible y mucho más fácil de instalar.

¿Por qué trabajar con gaviones geoflexibles?

Aunque los gaviones de malla metálica llevan décadas demostrando lo efectivos que son, no todo es perfecto. En ambientes marinos o ríos caudalosos, por ejemplo, hasta los mejores alambres galvanizados o recubiertos con PVC terminan cediendo al paso del tiempo. Además, el agua salada, las corrientes agresivas y hasta el simple desgaste natural pueden acortar su vida útil.

Como dificultad adicional, instalarlos bajo el agua es todo un desafío: requiere mucha mano de obra, tiempo y, a veces, buzos especializados.

Por eso, los gaviones geoflexibles son una alternativa que está revolucionando el sector. Estos mantienen la esencia del gavión tradicional (es decir, contener piedra en una especie de cubo permeable), pero cambian un detalle clave: en lugar de malla de acero, usan una red sintética muy resistente.

¿Y cómo es la instalación?

El proceso es similar a la instalación de los gaviones tradicionales. Pero claro, una pequeña diferencia hace que el proceso sea más fácil. Una vez en sitio, solo necesitas un molde o marco para sostener la bolsa abierta, luego se llena con piedra usando maquinaria, se ajusta la boca con sus propias cuerdas… ¡y listo! En minutos, tienes un gavión cilíndrico sellado, listo para colocar con grúa o excavadora.

Con este producto te olvidas del trenzando alambres o armando cajas en medio del agua. Esto ahorra tiempo, mano de obra y costos. Además, como son módulos independientes, si después necesitas reacomodarlos o desmontar parte de la estructura, lo puedes hacer con maquinaria.

¡Son amigables con el medio ambiente!

Los gaviones geoflexibles no solo protegen estructuras, también son amigables con el medio ambiente. Bajo el agua, sus superficies se convierten en hábitats donde organismos marinos pueden adherirse, creando auténticos arrecifes artificiales.

En zonas de ribera, incluso puedes combinarlos con plantas ribereñas para reforzar la protección con vegetación, de esta forma se consigue una integración natural que ningún muro de concreto puede igualar. Además, el polietileno de alta densidad (HDPE) utilizado para fabricar la malla es mucho menos problemático en términos de microplásticos que otros polímeros de baja calidad.

¿Te interesa considerar este producto en tu proyecto? Si estás buscando una innovación robusta, que ahorre tiempo y cuide el medio ambiente, aquí tienes una opción que vale la pena mirar de cerca. ¡COTIZA CON NOSOTROS!

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